lunes, 10 de octubre de 2011

UFOLEAKS, la filtración OVNI


Julian Assange acaparó las prensa internacional cuando Wikileaks comenzó a publicar miles de documentos confidenciales del gobierno norteamericano, filtrados por una fuente anónima. En España otra fuente anónima ha filtrado a un grupo de investigadores centenares de documentos oficiales sobre OVNIs que no han sido desclasificados oficialmente, y que ahora ven la luz por primera vez. Es UFOLeaks… la filtración OVNI.
En cuanto le sugerí al periodista Jaime Peñafiel, la posibilidad de que el objeto  volante que habían avistado pudiese ser algún tipo de artefacto militar que vigilaba la frontera China, el conocido periodista social español, ex redactor jefe de la revista Hola, y que acompaño a los reyes de España en más de un centenar de viajes oficiales de la Casa Real, respondió  enérgicamente, indignado.  En su opinión la mera sugerencia de que aquel OVNI tuviese un origen convencional, era un despropósito, y yo un atrevido por sugerir tal disparate… Y probablemente SSMM Doña Sofia de Borbón, Reina de España, compartiría su opinión.

Ocurrió el 15 de junio de 1978, cuando los reyes de España, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, realizaban  el primer viaje oficial a China, para inaugurar las líneas aéreas españolas con el gigante asiático.  El avión real iba precedido por otro, un DC8 de la compañía Aviaco bautizado como Sorolla. En su interior, un selecto grupo de periodistas, entre los que se encontraban, además de Jaime Peñafiel, otros nombres no menos conocidos, como Iñaki Gabilondo, Pilar Cernuda, Manu Legineche, Luis Calvo, el padre Antonio Herrero o Juan Jose Benítez… Los periodistas tenían la misión de cubrir aquel viaje histórico, en el que por primera vez un avión español, el de la Casa Real, llegaría a suelo chino.

Antes de poner rumbo a Pekín, los Reyes de España, y los periodistas que les acompañaban, hicieron escala en Irán. Tres días en Teherán, bajo la hospitalidad del Sha de Persia. Pero al atardecer de ese histórico 15 de junio, el Sorolla despegó rumbo a China, precediendo el vuelo real. Después de servir la cena a los ilustres periodistas, las luces de cabina del Sorolla se atenuaron, y casi todos los reporteros se pusieron a dormir. Pero Jaime Peñafiel, que viajaba en asiento de ventanilla no. Prefirió aprovechar el sosiego del vuelo nocturno para leer. Hasta que de pronto, bien entrada la madrugada, desde la ventanilla del avión Peñafiel pudo ver “dos focos inmensos” que habían surgido de la noche oscura, y  que le “cegaban”. Peñafiel, según su testimonio, fue quien alertó a los demás periodistas de la presencia de aquel OVNI que volaba paralelo al avión, sobre la frontera China. 

En su crónica social habitual, publicada en el número 6405 de la revista SEMANA (el 1 de julio de 2007), Peñafiel recordaba así el incidente: “Volábamos a más de 9.000 metros de altitud en una noche ancha, oscura e infinita… De repente, en medio de aquella sobrecogedora oscuridad, una luz cegadora, procedente del exterior, de dos focos muy potentes que se acercaban a la misma velocidad que nosotros, a 1.000 km/h., iluminó el interior del avión, como si se hubiera hecho de día. Aunque el radar del DC8 no detectaba presencia alguna ni próxima ni lejana, el inquietante objeto, aquella cosa, seguía allí, cada vez más próximo, impidiendo, con su deslumbrante luz, divisar lo que había detrás…. Quince minutos después comenzó a alejarse, marcha atrás, hasta perderse en la noche …. «¡Lo que se ha perdido la Reina!», exclamó quien bien la conoce. Fue tal el impacto que a la Soberana le produjo la historia que, nada más descender del avión, en el aeropuerto de Pekín, se dirigió hacia los periodistas preguntando con gran nerviosismo: «¿Es verdad que han visto un ovni? ¡Qué suerte han tenido!»…

Este incidente,  durante el primer vuelo real a China, era conocido por todos los investigadores del fenómeno OVNI. Y muchos ufólogos patrios conocían también el gran interés personal de SSMM la Reina Doña Sofía por los No Identificados, a raíz de ese incidente. Un interés que se plasma en el hecho de que en los jardines del Palacio de la Zarzuela se encuentra una enorme “piedra de Ica” regalada por J. J. Benítez a la Reina, tras un viaje de SSMM a Perú. Menos investigadores sabían, no obstante, que esa curiosidad de la Reina de España por los OVNIs la convirtió en la única civil española que tuvo acceso a los archivos OVNI del Ejército del Aire español, antes de su desclasificación oficial en 1992. Ya que fueron transportados desde el Estado Mayor del Ejército del Aire al Palacio de la Zarzuela, durante varios días, para que la Reina pudiese leerlos… Pero lo que ninguno sabíamos es que Don Juan Carlos I, Rey de España, quizás por mediación de su esposa, intercedió a favor de la desclasificación OVNI. El 23 de enero de 1979. El Rey Don Juan Carlos I llevaba menos de un lustro en el trono, y según este informe inédito, ese día se tramitó una insólita solicitud que llegó a través de Casa Real. Dice literalmente el documento: Nota Informativa de la SMA (Secretaría Mayor del Aire) dando cuenta de que S.M. el Rey entregó al JEMA una instancia del Director de la revista STENDECK solicitando acceso a la información sobre OVNIs… Esa intercesión de la Corona española, a favor de la desclasificación OVNI, es una de las novedosas informaciones a las que hemos tenido acceso gracias a los dossieres, informes y documentos secretos, que acaban de ver la luz gracias a UFOLEAK… la filtración OVNI española.

UFOLEAKS… filtraciones OVNI
En 1976 Juan José Benítez fue “bendecido” con el privilegio de recibir los 12 primeros expedientes oficiales sobre OVNIs del Gobierno Español, no desclasificados oficialmente, y que a través de su pluma, y del libro “OVNIs: Documentos oficiales del gobierno español” nos llegaron a todos los aficionados. Aquella ufo-leak (filtración OVNI), produjo importantes reacciones internas en la cúpula del Ejército del Aire español. Solo hoy, 35 años después, hemos accedido a los informes internos redactados por los responsables del Ministerio de Defensa, sobre J. J. Benítez y las circunstancias que rodearon aquella primera filtración OVNI. Pero en el siglo XXI ha sido un grupo de investigadores independientes, reunidos en torno a “El Ojo Crítico” (EOC), una humilde publicación fanzine que se edita ininterrumpidamente desde 1993, los beneficiarios de ese premio gordo. El honor de haber sido escogidos para recibir docenas y docenas de documentos, informes y expedientes oficiales, no desclasificados, sobre el fenómeno OVNI. 

En su último número EOC, una publicación impresa a fotocopias, y que puede descargarse gratuitamente en internet (www.ojo-critico.blogspot.com) anunciaba la publicación de todos esos informes y documentos en un libro, y adelantaban uno de los documentos más golosos y sorprendentes. Se trata de un informe redactado por el presunto GAO, un supuesto grupo de militares españoles, implicados en el proceso de desclasificación, que tuvieron acceso a los informes y expedientes originales sobre OVNIs en España. A más de los que el Ejército del Aire ha reconocido poseer. Y sobre todo, a los documentos originales y no a los dosieres desclasificados, previa censura por causas de seguridad nacional. Anteriormente EOC ya había publicado otro informe OVNI filtrado por el GAO, en el que los militares españoles descontentos con la “versión oficial” sobre los OVNI, denunciaban la destrucción de una serie de informes y documentos del Ejército del Aire español, sobre incidentes OVNI en Ifni y en el Sahara español. Pero en esta nueva revelación los oficiales del Ejército del Aire se cuestionan las explicaciones oficiales a los  expedientes desclasificados por el MOA, sobre algunos de los incidentes OVNI más célebres y controvertidos de la historia de la ufología española: Manises 1979, Becerreá 1969, Labacolla 1989, EVA-4 1991, Baleares 1979, Zaragoza 1980, Aznalcollar 1974, Talavera la Real 1975, Menorca 1978, etc. 

Casos protagonizados, en muchas ocasiones por reputados profesionales de la aviación, como el Comandante Bustamante (1968), Comandante Lorenzo Torres (1968), Comandante Saura (1974), Comandante Andreu (1968), Comandante Lerdo de Tejada (1979), que se convirtieron en objeto de burla y chanza por los pseudocientíficos del Movimiento Escéptico Organizado (MEO) que se amparaban en las explicaciones oficiales que los responsables de la desclasificación daban a sus experiencias: el planeta Venus, alucinaciones, chimeneas, etc, y que los militares profesionales del GAO consideran incorrectas y/o interesadas.

Historia de un secreto
El torrente de documentos, informes y expedientes OVNI secretos, divulgados ahora por UFOleaks, nos obligan a replantearnos la historia de la desclasificación OVNI en España. Y en este momento esta historia tiene una relevancia internacional, ya que la desclasificación OVNI española ha servido de modelo para los procesos de liberación de los archivos ufológicos del gobierno británico, francés, danés, brasileño, etc, que han acaparado los titulares de la prensa mundial en los últimos cinco años. 

La historia del secreto OVNI, que ahora podemos reconstruir por primera  vez gracias a estos documentos inéditos, comienza en 1968, cuando una oleada OVNI sin precedentes llevaba, casi a diario, el fenómeno OVNI a los titulares de la prensa nacional.

La consecuencia lógica de semejante situación fue, en principio, un estado de alerta entra las máximas autoridades del Ejército del Aire, organismo responsable de la seguridad aérea del territorio nacional, que con el progresivo aumento de casos pronto desembocó en un estado de preocupación e intranquilidad. Fruto de ello fue la convocatoria de una reunión de carácter secreto, que tuvo lugar un anochecer de la segunda mitad de noviembre de 1968 en la sede del propio ministerio, a la que asistieron exclusivamente siete oficiales superiores (generales) del Ejército del Aire. Según consta en el acta secreta de la reunión, los participantes fueron: José Lacalle Larraga, Ministro del Aire;  Luis Navarro Garnica, Jefe del Estado Mayor del Aire; Mariano Cuadra Medina, 2º Jefe del Estado Mayor del Aire; Enrique Jiménez Benamú, Subsecretario del Ministerio del Aire; Carlos Pombo Somoza, Subsecretario de Aviación Civil; Luis Bengoechea Baamonde, Jefe del Mando de la Defensa Aérea y Carlos Rute Villanova, Director General de Aviación Civil.
Después de casi tres horas y media de conversar y discutir, se tomaron varias decisiones encaminadas a intentar resolver el problema de la seguridad planteado. En realidad, más que decisiones concretas fueron esbozadas unas ideas genéricas que debían desarrollarse posteriormente, como: el tema es delicado y debe tratarse con prudencia, siendo competencia directa del Ejército del Aire; creación de un procedimiento sencillo de investigación oficial, así como un archivo de informes; minimizar las observaciones identificando en lo posible las causas que las originaron; declarar a nivel oficial el asunto como confidencial; tranquilizar a los testimonios y a la opinión pública en general para evitar el alarmismo , y otras disposiciones de carácter interno de menos importancia. Se designó al General Cuadra Medina, como responsable de llevar a la práctica las citadas ideas, gestionando y supervisando las Actividades conducentes al seguimiento del tema. En las semanas posteriores, se visualizaron las primeras medidas tomadas: el 5 de diciembre de 1968 la Oficina de Prensa del Ministerio del Aire difundió la conocida Nota Informativa solicitando la colaboración ciudadana para que notificara los avistamientos a las autoridades. El 17 del mismo mes, la Orden 9122-T centralizaba el tema OVNI en la Sección de Operaciones del Estado Mayor del Aire, y finalmente, el 26 de diciembre, se establecía la Circular 9266-CT en la que se instauraban las normas de investigación y se clasificaba el tema con grado de confidencialidad.

Who is who
El “anexo B” a la Nota Informativa del 09/03/92 del  Mando Operativo Aéreo,  encabezada con el epígrafe “Gestión y tramitación de asuntos referentes a OVNIs”, solo ocupa 6 páginas, pero en la parte superior e inferior de todas ellas aparece el sello de “Confidencial”. Pese a su corta extensión, en este documento, al que EOC ha tenido acceso, aparecen reseñados los nombres de todos los investigadores que, entre octubre de 1967 y octubre de 1991, iniciaron acciones para obtener información del Ejército del Aire en relación a una materia que todavía era considerada reservada: la invasión del espacio aéreo nacional por tráficos o fenómenos de origen no identificado.  Y la primera solicitud oficial de información sobre OVNIs se produjo, según este documento, en octubre de 1967, y curiosamente no llegó desde España, sino desde Inglaterra. Dos ciudadanos británicos, Mr. Hennessey y Mr. Edgington se dirigían al Ejército del Aire del General Franco, desde Londres, interesándose por el avistamiento de objetos no identificados sobre Cataluña que se habían producido el 10 y 11 de septiembre de aquel año. Según este documento, posteriormente otros ciudadanos extranjeros, según algunos ufólogos españoles probables agentes de inteligencia, se interesan por el archivo OVNI del ejército español, como el norteamericano Robert Lee Taylor, que el 8 de noviembre de 1969, también se dirige al Ejército del Aire en busca de esa información.

En aquellos años, según este documento, también se produjeron comunicaciones internas motivadas por incidentes OVNI concretos, como las gestiones iniciadas el 14 de noviembre de 1967 por el EMA/3ª (Estado Mayor del Aire, 3ª Sección) al JEMA (Jefe del Estado Mayor del Aire) a raíz de dos peticiones de información sobre avistamientos protagonizados por dos aviones civiles y militares, así como por los radares de Defensa. Curiosamente, según cita el documento, ya en esa temprana fecha “se propone la creación de un Centro de Información y Análisis”. Es una de las informaciones novedosas, entre otros documentos filtrados en UFOLEAKS, que demuestran que siempre existió, en el seno del Ejército del Aire, un grupo de militares interesados en el análisis del fenómeno OVNI, y que fueron quienes impulsaron realmente la desclasificación y no, como hasta ahora creíamos, que la desclasificación OVNI se debe al esfuerzo de Vicente Juan Ballester Olmos y el Centro de Estudios Interplanetarios, a los que luego me referiré.

En ese documento secreto, una especie de “who is who”, fuguran todos los ufólogos españoles que, en algún momento, han “incordiado” a los militares con el asunto OVNI. Desde el mismo Ballester Olmos a Andreas Faber Kaiser, pasando por Bruno Cardeñosa, Vicente Moros, Jaime Servera, etc. El Movimiento Escéptico Organizado (MEO) tarda en aparecer en este documento. Pero lo hace de la mano de su fundador, Félix Ares de Blas, primer presidente de ARP, “fichado” por el Ejército del Aire el 8 de septiembre de 1984. Pero dos nombres destacan por encima de todos los demás: Joan Plana Crivillen y Juan José Benitez. El primero, compartió con Vicente Juan Ballester Olmos todo el protagonismo en la asesoría civil a la desclasificación OVNI militar. El segundo, ha sido durante años un “grano en el culo” del Ejército del Aire en materia OVNI.

Los Expedientes Benítez y Ballester Olmos

UFOLEAKS publica hasta 4 informes del Ejercito del Aire español realizados sobre JJ. Benítez y la primera filtración OVNI que sufrió el Ejército español cuando, en marzo de 1977 se publicó “OVNIS: Documentos oficiales del Gobierno español”. Libro en el que el ufólogo navarro divulgaba los expedientes OVNI que, confidencialmente, había entregado al ufólogo navarro el General Castro Cavero. El malestar que manifiestan algunos altos mandos del Ejército del Aire para con Benítez y aquella primera filtración, se evidencia no solo en los expedientes ahora publicados, sino en algunas cartas internas entre dichos mandos, que se refieren al ufólogo navarro con calificativos poco decorosos.

El otro gran protagonista de esta filtración de Vicente Juan Ballester Olmos, conocido internacionalmente no solo por su larga trayectoria ufológica, sino por ser considerado, más fuera que dentro de España, como el principal responsable e impulsor de la desclasificación OVNI. Y es que sobre la relación de Ballester Olmos con los servicios de inteligencia militares pesan todo tipo de rumores y conjeturas desde hace años.

En 2001, en mi libro “Los expedientes secretos” (Planeta), servidor publicaba una carta de Ballester Olmos al General de la Guardia Civil Quintanillo Perez, fechada en septiembre de 1992, y en la que el ufólogo valenciana aseguraba: “Le agradará saber que con carácter inmediato voy a firmar un acuerdo de colaboración con el Mando Operativo Aéreo (MOA) … para brindar apoyo científico al Ejército del Aire en la evaluación de los informes OVNI que están en proceso de desclasificación…”. Ahora, gracias a UFOLEAKS tenemos en nuestro poder los precontratos y acuerdos de colaboración que Ballester Olmos, en representación del CEI, presentó a los militares, pero también se incluye el informe secreto de la Asesoría Jurídica del Ejército del Aire, así como varias cartas entre los diferentes mandos, desaconsejando la firma de dicho acuerdo, que nunca llegó a ejecutarse. Los militares utilizaron a Ballester, como a Benítez, y como probablemente a muchos de nosotros, cuando y hasta donde les convenía.

Los expedientes que permanecen secretos
Hasta 240 carpetas, contenidas en tres archivadores, llenas de oficios, informes internos, notas, cuentas, etc, sobre el proceso de desclasificación OVNI permanecen todavía en los archivos de MACOM. Entre esos documentos, según nuestras fuentes, se incluyen informaciones, mayormente negativas, sobre algunos conocidos ufólogos españoles. ¿No se ha desclasificado esa documentación para evitar herir la sensibilidad de dichos investigadores? Improbable.

Algunos de esos documentos, que oficialmente no existen, son de interés meramente circunstancial y puramente histórico. Por ejemplo, existe  una “Nota Aclaratoria” interna, del Ejército del Aire, explicando que originalmente los expedientes 681112, 681206-09, 681207, 681209, 681211ª y 681211B se encontraban compilados en un solo expediente, y que fueron posteriormente desglosados para un análisis individual de cada incidente. Parece razonable suponer que este documento no se desclasificó por un mero error burocrático. En el caso del escrito Rfa nº 2926-5, que debería haberse incluido en el expediente 690402, sobre el avistamiento acontecido en Becerrea (Lugo), desclasificado el 30 de abril de 1993, este documento no se desclasificó por indicación del Comandante Jefe del MOA, Tte. Gral. Alfredo Chamorro, al no incluirse dicho informe en la documentación del expediente del caso. Chamorro posiblemente quiso evitarse explicaciones incomodas a posteriori si aparecía un documento no listado en el sumario del expediente. Es razonable.

También es posible que meros olvidos burocráticos, despistes o simple incompetencia del personal militar de turno, justifiquen las ausencias de algunos, bastantes, documentos que deberían haber sido anexados en su momento a expedientes ya desclasificados, y que sin embargo permanecen aún clasificados. Por ejemplo, un escrito breve que acompañaba al expediente 651116, sobre OVNI avistado en la base aérea de San Javier (Murcia), remitido  a la superioridad. Tampoco se ha desclasificado un breve dossier de correspondencia interna sobre el avistamiento producido el 15 de enero de 1997 sobre el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 de Barbanza (La Coruña). Ni se han desclasificado todavía los informes de la guardia civil al respecto del caso acontecido en ese mismo lugar años antes, a pesar de que un servidor ya los ha divulgado.
En algunos casos el expediente original del caso, según nuestras fuentes, presentaba notas manuscritas, presuntamente realizadas por el juez informador, que sin embargo han desaparecido en la versión desclasificada. En el expediente original del famosísimo caso acontecido el 4 de noviembre de 1968, y que fue desclasificado  justo 24 años después, protagonizado por el Comandante Juan Ignacio Lorenzo Torres,  el margen superior de la primera hoja, que recoge las transcripciones de la conversación del avión pilotado por Lorenzo Torres con el centro de control, se incluye una nota manuscrita que dice  textualmente “Comandante Lorenzo, ¡ojo!”  En la versión desclasificada dicha anotación ha desaparecido ¿Qué querían decir con esa anotación?
Lo mismo ocurrió con el expediente 680917, donde una muy interesante nota manuscrita que aparece en el informe original, desaparece en la versión desclasificada. Y también existen una serie de anotaciones manuscritas a lápiz, sobre el avistamiento del 26 de junio de 1969 en el Aeropuerto de Asturias, que no están incluidas en el expediente desclasificado, y que apuntan a un posible origen aerostático del incidente.

La nota manuscrita: “Facilitado a J. J. Benítez”, que aparece en el expediente del famoso caso canario del  24 de noviembre de 1974, desclasificado veinte años después, también ha desparecido. Solo que con esa nota desapareció un documento de siete páginas titulado: “Extracto sobre el informe de un fenómeno aéreo observado el 24 de noviembre de 1974 en la isla de Gran Canaria”, que acompañaba al expediente original. Pero lo que verdaderamente resulta más sospechoso es la ausencia de informes, o de expedientes enteros, sobre casos OVNI que consideramos de gran valor. Por ejemplo, no se ha desclasificado, quizás por que los responsables del MOA lo consideraron una información insuficiente,  un informe sobre un avistamiento antiguo, sin fecha ni lugar especificado, de  una “luz 80 metros; de largo 47 metros; de anchura 7 metros; velocidad 900 km por hora; la altura a la que se encontraba era de 1500 metros; la aparición fue a las 20:30 horas; lugar el portal catorce, donde fue visto…”.

Lo mismo puede decirse de otro caso, también sin fecha exacta (aunque posiblemente de diciembre de 1968), avistado en Santurce: “Hora: 21`03L; altura: ascenso; duración: poco; dirección: vertical; distancia: no indica; sonido: -; color: metálico; movilidad: muy rápida; observaciones; objeto luminoso circular con destellos azules brillo metálico.- Apareció tras Punta Galea.- Ascenso vertiginoso dejando estela espiral luminosa / no observado desde observatorio P. Galea…”.

Existen dos versiones iguales del controvertido expediente del cuasi aterrizaje OVNI en el polígono de tiro de las Bardenas Reales (Zaragoza), el 2 de enero de 1975. Uno fue mecanografiado y el otro escrito a máquina. El primero permanece sin desclasificar, supuestamente porque al responsable se le olvido incluirlo en el dossier del caso.

Existe, aunque no oficialmente, un informe pericial realizado por  un controlador aéreo experto, perteneciente al Grupo Central del Mando y Control de la base aérea de Torrejón (Madrid), analizando el caso del incidente acontecido en la base de Talavera la Real (Badajoz), el 14 de enero de 1975, que no aparece en el expediente oficial del caso que se desclasificó el 13 de octubre de 1993.

Lo que no hay por donde coger es que expedientes enteros, sobre casos de alto grado de extrañeza, simplemente no existan –oficialmente- en los archivos del Ejército del Aire. Por ejemplo el referente al que, quizás, sea el caso OVNI mas extraordinario en la historia de la ufología “militar” española. Una persecución, en pleno día, entre un objeto no identificado de aspecto “metálico” y varios cazas del ejército del aire español, que fue recogido en varios radares… Pero esta es ya otra historia…

Algunos informes perdidos, o traspapelados, como el extenso informe del INTA sobre las extrañas esferas metálicas descubiertas en Sevilla, en 1965, acaban de ver la luz por primera vez gracias a El Ojo Crítico.  UFOLEAKS,  la filtración OVNI, no ha hecho más que empezar.

Articulo publicado en la Revista MAS ALLA de la Ciencia, nº 271



Existieron dos agentes del CESID dedicados a investigar los OVNIs
LOS OVNIS Y EL ESPIONAJE ESPAÑOL
Algunos de los documentos más sorprendentes desvelados en UFOLEAKS son unas cartas del General Emilio Alonso Manglano a los ufólogos J. J. Benítez y Vicente Juan Ballester Olmos. Sobretodo, el último párrafo de una carta del 26 de noviembre de 1992, dirigida a este último por el Director General del CESID (el servicio de espionaje español), en la que el General Manglano decía: “En todo caso, dado el evidente interés de este asunto (los OVNIs) que quizás en un futuro si podría incluirse entre los objetivos del Centro, quedamos abiertos a una posterior colaboración con el CEI”. 
¿Llego a materializarse esa colaboración entre el espionaje español y los autodenominados ufólogos científicos? UFOLEAKS no lo aclara, sin embargo el prólogo que Fernando Rueda, director de El Reservado.ES, y principal experto español en espionaje,  ha escrito para UFOLEAKS aporta una revelación extraordinaria: “Según mis propias investigaciones, realizadas hace un par de años, en aquellos años había dos agentes que dedicaban una parte de su tiempo a documentar y analizar los avistamientos OVNI que se producían en España. Efectivamente, como recoge la carta que desvela este “wikileaks español”, no formaban parte de un departamento propio, aunque estaban alerta por si en alguno de los sucesos se producía lo que llaman una amenaza a la seguridad nacional...”.

Lo que es irrefutable, según uno de los informes ahora liberados por UFOLEAKS, es que el CESID fue quien intercedió para que el Ejército del Aire enviase al Tte. Cnel. Angel Bastida al curso de verano sobre OVNIs organizado por J.J. Benitez en la Universidad Complutense, en 1992… ¿Qué interés tenía el espionaje español en que el Ejercito del Aire enviase un representante oficial al curso sobre OVNis?

lunes, 26 de septiembre de 2011

jueves, 25 de agosto de 2011

UFOLEAKs en el diario A Nosa Galicia.

Los investigadores gallegos  de “El Ojo Crítico” revelan expedientes secretos sobre OVNIS, que les han sido filtrados y los publican en un libro.

El Ojo Crítico es un fanzine a la vieja usanza de reparto gratuito, que un grupo de reputados investigadores  lleva publicando desde hace 15 años, y que se ha convertido en un boletín de consulta obligada para profesionales y aficionados a los misterios de la ciencia y de la pseudociencia.

Detrás de esta joya informativa y de su blog (http://ojo-critico.blogspot.com/) está el arduo trabajo de un colectivo de expertos gallegos que se encarga de estudiar diversas anomalías, cuestiones científicas y acontecimientos paranormales, siempre desde el máximo rigor y una perspectiva crítica.

Ahora acaban de publicar  “Ufoleaks”, los documentos secretos del gobierno español sobe el fenómeno OVNI. Informaciones reveladoras y de vanguardia que han sido filtradas a este colectivo y que  ya forman parte de un libro que se puede conseguir por internet elojoc@gmail.com  y que contienen expedientes que estuvieron escondidos en los archivos del gobierno español.

“Ufoleaks”, que cuenta con el prólogo de Bruno Cardeñosa y Fernando Rueda, contiene  expedientes confidenciales que se custodiaban en los archivos militares, analizados por los servicios secretos españoles, y que dan cuenta de fenómenos OVNI, entre ellos varios casos en nuestra comunidad autónoma.

http://www.anosagalicia.es/homepage/noticias/152-ufoleaks-muestra-los-expedientes-secretos-del-gobierno.html

miércoles, 22 de junio de 2011

Características de UFOLEAKS, el libro

Contenido:

Tamaño:  
21,5 x 14,5 cm

Precio:
Pedidos para España 15´99 (Incluye los gastos de  envío)
Pedidos para fuera de España (14,99 + 11,90 de gastos de envío) Total 26,89

Pago:
Cuenta de Paypal elojoc@gmail.com
Otros.

miércoles, 25 de mayo de 2011

UFOLEAKS... a la venta el 12 de Junio de 2011 (Solo por internet)

 Reserva tu ejemplar en elojoc@gmail.com

UFOLEAKS... INTRODUCCION

EOC es una publicación independiente, sobre los aspectos menos amables del mundo de los llamados fenómenos anómalos (fraudes, sectas, crimines esotéricos, estafas, falsos "escépticos", casos explicables, pseudocientíficos, etc) que, sin animo le lucro, viene publicándose y distribuyéndose gratuitamente desde 1992.
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En verano de 2005 una fuente directamente involucrada en el proceso de desclasificación de informes OVNI, protagonizada por el Ejercito del Aire español, se puso en contacto con EOC de forma epistolar. Y desde ese instante ese ha sido el canal a través del cual nos fue facilitando docenas y docenas de documentos del Ministerio de Defensa de España, sobre el fenómeno OVNI, no incluidos en ninguno de los expedientes desclasificados desde 1992. Dicha fuente se ha negado sistemáticamente a utilizar internet, o cualquier otra forma de comunicación electrónica, para filtrarnos esta información. 
El 1992 culminaba el proceso de desclasificación de los expedientes OVNI en poder del Ejercito del Aire de España, iniciado años antes.
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Sin embargo entre los militares y civiles involucrados en dicho proceso, coordinado desde la Seccion de Inteligencia del Mando Operativo Aereo (MOA) se erigieron algunas voces discrepantes. Como los militares del GAO, grupo de oficiales del Ejercito del Aire, que estando destinados en el MOA tuvieron acceso al total de la documentación, informes y expedientes sobre OVNIs en poder del Ejercito del Aire español, y no compartían el tratamiento oficial que se había dado al tema. Elaborando algunos informes, incluidos tambien en este libro, en los que expresaban su disconformidad con las conclusiones de muchos de los expedientes desclasificados, y revelaban la existencia de otros documentos no desclasificados.
 
Los militares y civiles que estuvieron implicados en el proceso de desclasificación, que culmino en 1992, continuaron sus respectivas carreras, bien en otros destinos del Ministerio de Defensa, o en otros ámbitos profesionales (Seguridad Privada, Inteligencia, etc). Durante los últimos años EOC tuvo contacto con varios de ellos, incluyendo a numerosos oficiales que, como jueces instructores, habían sido los redactores físicos de los expedientes desclasificados en 1992.
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Pero en 2005, una de las fuentes directamente implicada en dicho proceso de desclasificación, y que expresó su deseo de mantener el anonimato, contacto con EOC para hacernos entrega, paulatinamente, de los documentos, informes y expedientes oficiales sobre el fenómeno OVNI, y el proceso de desclasificación del Ejercito del Aire español, que nunca fueron publicados. Dicha fuente había escogido a EOC para dar a conocer dicha información.
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A partir del numero 54 de El Ojo Critico, publicamos partes de muchos de esos informes y documentos, en una serie de reportajes realizados en base a las indicaciones de nuestra fuente, que durante estos años ha continuado enviándonos, siempre de forma epistolar, mas documentación, informes y expedientes oficiales sobre el fenómeno OVNI que nunca han sido desclasificados, y que suponen un universo de datos e información oficial, de un valor incalculable para comprender la realidad del fenómeno en España, y el tratamiento que el Ejercito del Aire español ha seguido con el tema.
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Tambien se incluyen dossieres e informes sobre algunos de los investigadores españoles del fenómeno OVNI mas conocidos, como Juan Jose Benitez o Vicente Juan Ballester Olmos, redactados por los servicios de inteligencia del Ejercito del Aire o por sus gabinetes jurídicos, que reflejan la actitud de Defensa hacia unos y otros. 
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Sin embargo el volumen de informes y documentos desbordaba las capacidades de nuestra revista. Por ello hemos decidido abrir una colección de volúmenes monográficos, poniendo al alcance de todos los investigadores esta información inédita y nunca publicada. El análisis de estos documentos, al que todos los analistas, encuestadores, compiladores y estudiosos están invitados, pude arrojar luz sobre muchos de los aspectos de los fenómenos aéreos anómalos, y la actitud que los militares han tenido hacia ellos y hacia quienes los investigan, que nos beneficiara a todos.
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En la actualidad los gobiernos de Francia, Inglaterra, Brasil, Chile, Dinamarca, etc, han iniciado sus respectivos procesos de desclasificación del archivo OVNI custodiado por sus respectivos ejércitos del aire, inspirándose en el modelo español de 1992, por ello, en estos momentos, esta información exclusiva que por primera vez nos permite una percepción total y objetiva de la actitud oficial para con el fenómeno OVNI y los investigadores del mismo, tiene un valor y un protagonismo extraordinarios.
 
En este ocasión nosotros no quitaremos ni añadiremos nada a lo expuesto en los documentos oficiales, dejando al lector que tome sus propias conclusiones. Nos hemos limitado a ordenar cronológicamente la documentación, y a dividirla en capítulos para facilitar su lectura y comprensión. 
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Invitamos a que cualquier otro miembro del GAO, de los servicios de información, del Ministerio de Defensa o Interior, o de cualquier otro organismo, que haya tenido acceso a documentación como la que hoy revelamos, se ponga en contacto con nosotros, o con cualquier otro investigador que le ofrezca la suficiente credibilidad y solvencia, para continuar esta filtración OVNI. Esta UFOleaks…

lunes, 23 de mayo de 2011

PROLOGO de Bruno Cardeñosa a UFOLEAKS

DESCLASIFICACION OVNI EN ESPAÑA: HISTORIA DE UNA CONJURA

La apertura de los archivos oficiales sobre OVNIs de muchos gobiernos en los últimos años no se ha traducido en un impacto mediático especialmente destacable. Y, de paso, no ha supuesto tampoco un mayor interés de la sociedad por el que fuera calificado como el desafío científico más relevante del siglo XX. Sin embargo, el caudal informativo y documental que tienen los archivos oficiales franceses, ingleses o españoles que se han podido conocer en lo que va de siglo son una auténtica joya que está todavía por pulir.

            Si nos remontamos a 1992 y examinamos el caso español, seguramente podremos entender algunas de las causas de este fenómeno. Lo editores de El Ojo Crítico fueron de los afortunados que asistieron, junto a otros estudiosos españoles entre los que me encontraba, a los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Por primera vez en la historia, de forma oficial, el ejército español bajaba a la arena cuando un oficial de inteligencia -Ángel Bastida, coronel adscrito al Mando Operativo Aéreo- efectuaba una exposición sobre el secreto OVNI en España y las investigaciones oficiales que se habían realizado desde 1968. En dicha comunicación, tan correcta como fría y aséptica, Bastida confirmó que se había tomado la decisión de dar a conocer los archivos secretos del Ejército del Aire sobre el asunto mientras que no afectaran a la seguridad nacional. Apenas dos meses después, los primeros informes desclasificados llegaban a la biblioteca del Cuartel General del Aire.

Durante varios años, de forma intermitente, los expedientes sobre un centenar de casos fueron liberados. Aquellos informes estaban divididos en dos partes claramente diferenciadas. Una de ellas era el informe original de cada caso, efectuado por un juez instructor que reunía -más mal que bien en algunas ocasiones, regular en otras y con acierto y precisión en no pocas- toda la información de tal o cual avistamiento OVNI que, de una forma u otra, afectaba a la seguridad nacional, bien fuera porque el avistamiento hubiera sido protagonizado por militares, o bien porque hubiera ocasionado algún tipo de impacto (salidas de cazas para perseguir al No Identificado, detección en radar o la proximidad del artefacto desconocido a instalaciones militares).  Y la otra parte -que precedía a cada uno de esos informes originales y estaba redactada poco antes de la clasificación- consistía en un resumen del hecho por parte del oficial de inteligencia encargado del proceso.

            Ahí radicaba el problema: las valoraciones efectuadas justo antes de la desclasificación de cada uno de los documentos contradecía, en muchos casos, la investigación original, y explicaba -o al menos lo sugería de forma sibilina- de modo presuntamente “racional” (decir que sólo era un simple reflejo un objeto capaz de efectuar extrañas maniobras, de aspecto metálico y similar a un misil merece que la expresión racional sea entrecomilladas) los sucesos que habían acontecido años o décadas atrás. Además, en no pocas ocasiones, se echaban a faltar fragmentos de informes y documentos que, de haber estado en el dossier del caso, hubieran invalidado la explicación “racional”. Además de ello, también se echaban en falta numerosos expedientes que parecían haberse extraviado sabe Dios dónde y cómo (bueno, en realidad lo sabemos o suponemos). Expedientes que, dicho sea de paso, se habían elaborado a raíz de casos OVNI verdaderamente espectaculares.

Si se examina en profundidad el caudal informativo y documental que se liberó en el proceso de declasificación en España, la conclusión que cualquier estudioso extrae es que nos enfrentamos ante un fenómeno digno de estudio y que no pocos avistamientos responden a la presencia de artefactos volantes de comportamiento inteligente y procedencia desconocida. Sin embargo, si ese examen se limita a los expedientes previos elaborados por los servicios de inteligencia la conclusión que se extrae es otra bien diferente. Con el paso del tiempo quedó demostrado que los mandos militares españoles contaron con la colaboración de un grupo de individuos que fueron utilizados con ese objetivo. Y se prestaron a ello tanto que incluso da la sensación de que fueron quienes planificaron el proceso para provocar el desinterés social por el enigma OVNI.

El otro problema es que durante mucho tiempo se han dicho demasiadas cosas sobre lo que contienen los archivos secretos sobre OVNIs que guardan muchos gobiernos en los países más importantes. Al abrir parte de esos archivos -insisto: sólo parte de esos archivos- se produjo una sensación de desánimo entre aquellas personas que tienen un interés especial por el misterio de los “no identificados”. Ese desánimo estaba provocado por el hecho de que esos informes no escondían pruebas definitivas de la existencia de OVNIs ni certificaban que nadie tuviera los restos de presuntos ovnis estrellados y sus tripulantes. Pero eso en absoluto significaba que esos expedientes secretos no contuvieran informaciones verdaderamente apasionantes. Quizá el mejor ejemplo de ello se encuentra en el proceso de declasificación de Francia, en donde un organismo vinculado al CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales) dio a conocer años después del proceso de declasificación de España miles de documentos sobre otros tantos miles de casos que habían sido recogidos durante décadas -siguiendo unos protocolos de investigación previamente establecidos- y que eran y son, en sí mismo, una joya para los estudiosos del enigma OVNI.

Y después de Francia otros países han seguido abriendo sus archivos. Sin embargo, este proceso de declasificiación masivo no ha tenido el impacto mediático y científico que sin duda habría tenido en los años setenta, ochenta o noventa del pasado siglo. Posiblemente -y lo mejor sería que lo examinara un sociólogo- la revolución digital y la era de Internet tienen mucho que ver con el escaso impacto que ha tenido la declasificación de esos archivos. Y es que en estos años, Internet se ha convertido en la pista de hielo sobre la que se han deslizado -hasta patinar con toda “elegancia”- numerosas informaciones falsas, exageradas e inventadas sobre el fenómeno OVNI que han generado un grado de paranoia verdaderamente deleznable, en el que se mezcla una enorme incultura ufológica con nuevas tendencias en torno a la llamada exopolítica -que defiende que los gobiernos no sólo tienen pruebas de la existencia de los ovnis, sino que saben que son naves extraterrestres y que incluso han establecido contacto con entidades extraterrestres. Así, para quienes creen tal cosa, que se abran unos archivos que incluyen información sobre avistamientos, testimonios, estudios de huellas dejados por estos artefactos, informes sobre la detección en radar de ovnis no genera el más mínimo interés. Es como si para ellos esa información fuera de “segunda”. A lo sumo, algunos estiman que estas desclasificaciones forman parte de un proceso de entrenamiento sociológico para prepararnos de cara a la gran revelación sobre la presencia de extraterrestres en la Tierra.

Mientras tanto, la auténtica ufología ha perdido por el camino más de una década en la cual apenas se ha avanzado en lo que de verdad importa y durante la cual las investigaciones serias y rigurosas se detuvieron o, cuanto menos, se están realizando de forma discreta para evitar que  se asocien esos estudios a la fiebre exopolítica que inunda todo lo que tiene que ver con este asunto. Algunos pensaban -y pensábamos- que estar en un segundo plano mientras amainaba el tornado informativo generado por Internet permitiría que, antes o después, las cosas y los estudios pudieran retomarse. Esto no quiere decir que, en absoluto, no se hayan efectuado trabajos e investigaciones muy interesantes en todo este tiempo.

Gracias a trabajos como el de El Ojo Crítico puede tenerse la esperanza en que las aguas vuelvan a su cauce y la investigación del enigma OVNI retorne por los caminos que se abandonaron. Aquí el lector encontrará pruebas sobre cómo la apertura de los archivos españoles estuvo viciada por quienes pretendían que la opinión pública no se percatara de los apasionante de esas informaciones. Pero no hay secretos que duren mil años. Y en la era de las revelaciones de Wikileaks este libro se convierte en una auténtica filtración sobre cómo se hicieron las cosas entre las bambalinas de los despachos de altos cargos militares y presuntos escépticos en el tema ovni. El resultado es conocido, pero ahora tenemos los textos y escritos que muestran con sello oficial que quienes denunciaban a las autoridades militares de falsear la información estaban en lo cierto. Ojalá este libro sirva para demostrar eso y, a la vez, para que las nuevas generaciones de investigadores -las nuevas y las viejas, ya que los investigadores y periodistas que lograron hace no tanto tiempo interesar a la opinión pública sobre los ovnis apenas están en los cuarenta años y con infinito tiempo por delante para volver a subirse el tren (¡me lo aplico!)- descubran que el enigma de los ovnis sigue siendo apasionante y digno de ser investigado. En los archivos secretos desclasificados tenemos auténticas joyas que, como decía, están esperando a ser pulidas. Desde aquí, gracias a El Ojo Crítico por embarcarse en esa labor.